Las banalidades que se le cruzaron por la mente en ese instante, aquellas por las que había derramado tantas lágrimas, se mostraron ante ella en aquél instante con su verdadera forma, los lamentos que había bailado y las penas que había aguantado fueron insulsas y logró comprender que las lágrimas que ahora derramaba quizá también lo serían... pero al ver el nombre que rezaba aquella lápida un chubasco provocado por una fuerza más poderosa que la atmósfera machucó toda la vegetación que se encontraba a su alrededor.
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Me encantó Carooooo, disfrutemos de la vida y no vivamos teniéndole miedo a la muerte.
ResponderBorrarEl monarca mas poderoso y el mendigo mas pobre acaban siendo lo mismo bajo tierra.
ResponderBorrarUn beso grande
Entradas como ésta son las que te hacen ver lo afortunados que somos de seguir aquí...
ResponderBorrarUn beso y que andes bien!:)
Si, es extraño, pero esa es la realidad, que triste saber que todo tiene que terminar asi, pero de nada sirve preocuparse por eso, es mejor aprovechar la vida que nos fue concedida, saludos! :)
ResponderBorrarPero por fortuna no nos vamos asi como asi, siempre dejamos "legados" -por decir algo- detras de nosotros...
ResponderBorrarBesos y sonrisas soñadas ;))
quizas exista una escapatoria
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