18 de diciembre de 2012

A veces la espuma de las nubes se confunde con el empaste del cielo.

Y finalmente, lo encontró.
La muchacha carraspeo y con una sonrisa empática observó al pequeño niño —o no tan pequeño— que se ocultaba debajo de las sábanas. Y en un afán de mostrarse fuerte por ambos, aunque le pesara el corazón, sonrió, ignoró la desafinada melodía que producían sus sollozos, y sentándose a su lado desarmó el refugio de sábanas y procedió, entre cosquillas, a intentar distraerlo.
— ¡Está bien, está bien, por hoy ganaste! Jamás se me habría ocurrido buscarte acá, tonto, ¡qué susto que nos diste!
— Perdón.- susurró como una brisa inocente que, lejanamente, ella oyó mientras ladeaba la cabeza- Yo quiero... No, no puedo, perdón.
—Soltá esa obsesión que no le hace bien a nadie,- suspiró- olvídate por un minuto de tus anteojos.- y procedió a quitárselos con dulzura- Prepárate entonces para ver la vida tal cual se te presenta en el mundo, todo puede ser borroso y así es como lo ves, ¿sabes? No hace falta definir los bordes de todo... A veces la espuma de las nubes se confunde con el empaste del cielo. Y el horizonte con el mar. 
El niño lloró una estrofa más y se cubrió la cara con sus manos.
— No todo puede definirse con contornos. Basta, basta, terminala con eso.- se interrumpe porque de momento a otro él comienza a golpearse la frente.- Deja de entrecerrar los ojos, olvídate de fruncir el ceño. 
— Llueve
— ¡No intentes distraerme! Creé por un minuto que los latidos del corazón tienen un sentido. Siempre lo tienen. Y sí no, dáselo. Mentirnos a nosotros mismos es de los peores escapes pero muchas veces es la única solución, la mejor.
— ¿Y las utopías?
Volvió a sonreír, y esta vez la sonrisa salió desde lo más profundo del alma. Con un brillo especial.
— Me equivoqué. La mejor solución es y será siempre la de perseguir utopías. 

12 de diciembre de 2012

"Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son."
Julio Córtazar

11 de diciembre de 2012

Espejo

Caminar, detenerse en una vidriera y posar la mirada allí. Observar indiferentemente los zapatos esparcidos en un decorado mediocre, levantar la vista y encontrarte en el cristal. Y clavar la mirada con más detenimiento. Observarte observando. Perderte en tu fisonomía, en tu cuerpo, en lo que llevas puesto, sin siquiera pensar en aquella persona detrás del cristal que cree que estás mirándola a ella y se sonríe, que ignora el hecho de que nunca reparaste en su figura por tu mera acción narcisista, y más bien estás mirándote a través de ella, usando aquella vidriera que los conecta como un espejo para observarte a ti mismo
Es que, te buscaba porque quería verme a mí, te miraba y me buscaba en el iris de tu pupila. Buscaba en tu persona todo lo que a mí me gustaría tener, todos mis objetivos, mis metas, mis fortunas; mis carencias. No te buscaba a ti por ti, te buscaba por mí, ¿y cuántas veces habríamos hecho eso inocentemente? Alguna vez leí por ahí una frase que cautivó mi atención: "sigo prefiriendo arder" y era así. Yo quería arder. Arder en éxtasis absoluto, pasión, locura. Una llamarada amnésica. Quería quemarme. Alguna sensación de fuego, saciedad insoportable que jamás sería saciada por completo. Porque el deseo es la falta de algo, carencia. Con la plenitud el deseo desaparece, y al verlo a él, tan estrafalario, quemándose en su egocentrismo, en su improvisado mundo de actuaciones y su mundo de despreocupaciones sentía que quería permanecer allí. Más bien porque quería ser eso. Aquél fuego que yo andaba buscando tan ensimismada, estaba escondido en mi misma. Y era más sencillo buscarlo en ti que permitirme encontrarlo en mi.  

17 de noviembre de 2012

"... A veces cuando vengo para acá, me siento en la estación de Chacarita y observo, pienso. Los trenes pasan poco tiempo en la estación. Los peatones que no van rápido sólo alcanzan a ver como las compuertas automáticas se cierran y ese silbido metálico que sale de la nada anuncia que el tren se va, que el tren se va. Yo veo las caras de toda esa gente, ¡todos piensan lo mismo! "la puta que me parió". Miran el reloj, miran el cielo, miran a ambos lados de la vía, vuelven a mirar el reloj y piensan en cada acción que hicieron previamente al momento en donde perdieron un minuto de más. Claro, mientras uno maldice su vida, al conocido que te encontraste en medio de la calle y no podías sacarte de encima o a esa película que no terminaba más y tuviste que apagarla sin conocer el final, llega otro tren. Y te subís y te olvidás que en realidad el mal humor que tenes ahora es por culpa de haber perdido el primero. Uno nunca piensa que siempre habrá otro tren. No es que la línea San Martín tiene sólo un coche y planea que todo Buenos Aires tenga suficiente con ese. Todos los trenes se van para llegar a la terminal, dar la vuelta y volver a pasar por la misma estación en dónde lo habías perdido alguna vez. Pero uno nunca está ahí para presenciar al mismo tren porque ya abandonó la estación mucho tiempo antes... "

24 de octubre de 2012

C'est

 ¿Y qué si tan sólo fuéramos pequeños puntos en el espacio? ¿Insignificantes personajes dentro de una dramaturgia gigantesca? Si viviéramos dentro de la mente retorcida de algún brillante escritor y un grupo de actores aficionados se propondría representarla, luego de que nosotros post mortem abandonásemos el escenario para dejar lugar a que representen nuestro papel.
Al soltar el alma y dejar que otro atraviese tu cuerpo, lo primero que un actor se pregunta es quién es y qué quiere aquél personaje. Cuál es su objetivo. Qué está buscando y hacia dónde va. Representar a otro es mil veces más sencillo que quitarse la máscara que protege nuestra verdadera esencia y pararse frente a decenas de ojos críticos que, ayudándote o no a crecer, destruyen tu pequeña construcción. Criticar es más sencillo que defender.

El cenital emite tanta luz que te obliga a entrecerrar los ojos. Y allí, con paso tímido avanzas hasta el proscenio. Entregas todo lo que podes entregar, sos todo lo que podes ser, brillas únicamente como vos lo haces pero en un instante todo se detiene. El público parece congelarse en sus butacas posibilitando el diálogo interno. La jovencita de amarillo promete sonreír hasta la eteridad, la anciana de primera fila se congela en pleno estornudo y el muchacho sentado junto a ella ha sido detenido con una mueca espantosa. Y vos no sabes hacia dónde vas ni qué estas buscando. Ni siquiera te percataste que tenías que pensar en un "objetivo" o en algo que entregue clímax a la representación... ¿qué es lo que queres, entonces? Aún así, lo peor de todo no te permitis aceptarlo, pero en tu fuero interno lo sospechas: no tenes idea de quién sos. Si después de todo... todo lo que está pasándote en plena función está siendo improvisado. El libreto cambia a cada instante, ¿cómo es que nadie se atreve a pensar que podrás saber qué decisión y rol aceptar en cada situación que se te presente enfrente? 
Con las manos fuera del fuego opinar y suponer es incluso divertido, pero cuando cualquier piedra se mete en nuestro camino las cosas adquieren otro color y ni uno mismo sabe cómo va a reaccionar ante eso. 
No hay preguntas que responder, no hay nada que decir. Todo está en constante movimiento. 

5 de julio de 2012

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?


¿Cómo hacerte saber que
siempre hay tiempo?

Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,
Que nadie establece normas salvo la vida,
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
Que la forma no se pierde con abrirnos,
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,
Que no está prohibido amar,

Que también se puede odiar,
Que el odio y el amor son afectos
Que la agresión porque sí hiere mucho,
Que las heridas se cierran,
Que las puertas no deben cerrarse,
Que la mayor puerta es el afecto,
Que los afectos nos definen,
Que definirse no es remar contra la corriente,
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
Que negar palabras implica abrir distancias,
Que encontrarse es muy hermoso,
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,
Que la vida parte del sexo,
Que el "por qué" de los niños tiene un porque,
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer,
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,
Que nadie quiere estar solo,
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar debimos recibir antes,
Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,
Que saber pedir no es regalarse,
Que regalarse es, en definitiva, no quererse,
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,
Que para que alguien "sea" hay que ayudarlo,
Que ayudar es poder alentar y apoyar,
Que adular no es ayudar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,
Que las cosas cara a cara son honestas,
Que nadie es honesto porque no roba,
Que el que roba no es ladrón por placer,
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
Que se puede estar muerto en vida,
Que se siente con el cuerpo y la mente,
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensible y no herirse,
Que herirse no es desangrarse,
Que para no ser heridos levantamos muros,
Que quien siembra muros no recoge nada,
Que casi todos somos albañiles de muros,
Que sería mejor construir puentes,
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,
Que volver no implica retroceder,
Que retroceder también puede ser avanzar,
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?

{Mario Benedetti}

11 de junio de 2012

Inercia I

Rutina, monotonía, existencia, vida misma.
Subsistir no es lo mismo que vivir.
Permanecer estables hasta que algo o alguien accionen algo en ti y entres en movimiento por pura inercia. 
Inercia, tú: "todo cuerpo en reposo permanece en reposo mientras no actúe sobre él una fuerza externa"
Una salida al gris del día a día, pinceladas de color en la vida.
Montaña rusa —miseria culminante, éxtasis absoluto, tormenta, resplandor—, fuerza externa, nuevas metas, axiomas, conclusiones. 
Plantar ilusiones como si fuesen semillas que darán fruto a verdes árboles frondosos, después de todo ellas no son tan malas, no tienen la culpa de ser irreales, fantasiosas y de, a veces, no dejar nunca de ser ilusiones. Utilizar las utopías no como lamento de la realidad sino como fuerza externa que impulsa, inercia. 



4 de abril de 2012

hasta que el primer disparo rompa el silencio

El sol se ponía por el este y salía por el oeste; te levantabas sonriente y preparabas el desayuno mientras yo intentaba sacudirme la modorra envuelta en las sábanas; "más leche que café, por favor" te gritaba desde la cama; y el mundo se daba vuelta por un instante.
Preferíamos continuar mintiéndonos que abordar la verdad, siempre había sido así y continuaría hasta llegar a la cima del éxtasis, a nuestras mejores sonrisas y nuestros mejores placeres; hasta que nos sorprendiera el primer disparo, augurio de guerra, y con ella la verdad pura y virginal sin diplomacia o maquillaje que mitigue la realidad. 

27 de marzo de 2012

"Tengo que dar celos a Romeo. Quiero que los amantes ya muertos de este mundo oigan nuestra risa y se pongan tristes. Quiero que el aliento de nuestra pasión reduzca a polvo la conciencia, para que al dolor despierten nuevamente sus cenizas."
-Oscar Wilde

16 de marzo de 2012

sin tí... y de tí, enamorada

miradas ciegas
sonrisas caprichosas
caricias vacías

silencios paupérrimos
futuros irrevocables
veranos oscuros

tinieblas seniles
sueños asolados
risas mordaces

26 de febrero de 2012

Película independiente

La luz llamó su atención. Dirigió su mirada al oscuro firmamento en el momento preciso en que el rayo dividía el paraíso. Cerró los ojos asustada y buscó su abrazo:
— La luz viaja más rápido que el sonido.- murmuró él en su oido, encendiendo su piel helada.— Detesto la lluvia.
Ella le preguntó la razón.
— No puedo fumar, ¿notaste lo dificil que se vuelve? La humedad en el aire impregna el cigarrillo hasta el punto de imposibilitar mi vicio, pero a la vez... debo admitir que me agrada. Suelo fumar tranquilo en el recibidor, recostado en el sofá y luego salir a la calle, sin motivo alguno. Cuando llueve la gente se vuelve extraña, ¿sabes? es como ver una película, el paisaje es simplemente maravilloso, el cielo llora y hay millones de personajes: la pareja cliché que se besa apasionadamente bajo el aguacero, los abuelos con sus paraguas de generaciones pasadas robados directamente de algún film antiguo, las jóvenes escandalizadas porque la lluvia diluye su maquillaje, las almas en pena que disfrutan empapándose de lágrimas que no terminan de comprender si son suyas o si han caído del cielo, las niñas disfrutando de los charcos, con sus botas de lluvia enfundadas hasta la rodilla y un vestido intocable con su lazo anudado con un moño detrás, combinado a la perfección con el paraguas pintado de mil sonrisas. Simplemente... es una película independiente a la que nadie presta la suficiente atención.
La muchacha sonrió.
— Olvidas los extras: las millones de personas corriendo, huyendo, escapándo siempre de ese algo que las almas en pena jamás decifraremos mientras estamos en nuestro climax.

28 de enero de 2012



Los árboles llevaban tiempo sin danzar, secos y decrépitos. Pensó que quizá nunca más los vería moverse al compás de la música llenándose de vida y suspiró; podía oír al claro cielo quejándose de cómo las altas y desnudas ramas herían el firmamento: llevaban desnudas mucho rato, el otoño se había llevado a las hojas obligando a los árboles a lamer la misma soledad que ella palpaba en ese instante.