'Ninguna ola es igual', murmuraste una vez en mi oído mientras observabamos el oleaje tomados de la manos, 'cada una es bella a su manera. Desde el principio marcan la diferencia: se forman de un modo único e irrepetible, pasan su efímera vida recorriendo toda la superficie del océano o, mueren antes de llegar a la orilla y sin haber podido arrastrar nada con ella. Pero es al romper, cuando entiendes que en un instante la ola terminará y será tan solo espuma pintada en la arena'.
Tiempo después, al observar el espectáculo que daban las gaviotas sobre volando por el cielo a la vez que el sol se escondía, entendí lo que meses atrás fui incapaz de entender.
La metáfora se hizo realidad al conocerte y comenzar nuestra relación. Comenzó tan rápido que, antes que me diera cuenta ya te amaba, fue lo más grandioso que sucedió en mi vida, arrasó sentimientos y erosionó mi ser, pero cuando supe que serías irrepetible y tenía intenciones de hacerte saber que quería pasar toda mi vida contigo, rompiste contra una roca y solo fuiste espuma en el vacío, dejándome con las palabras en mi boca y una soledad inquietante.
Tiempo después, al observar el espectáculo que daban las gaviotas sobre volando por el cielo a la vez que el sol se escondía, entendí lo que meses atrás fui incapaz de entender.
La metáfora se hizo realidad al conocerte y comenzar nuestra relación. Comenzó tan rápido que, antes que me diera cuenta ya te amaba, fue lo más grandioso que sucedió en mi vida, arrasó sentimientos y erosionó mi ser, pero cuando supe que serías irrepetible y tenía intenciones de hacerte saber que quería pasar toda mi vida contigo, rompiste contra una roca y solo fuiste espuma en el vacío, dejándome con las palabras en mi boca y una soledad inquietante.