10 de noviembre de 2011

XI

olisqueó la putrefacción de aquella raída celda por undécima vez en lo que iba del día y luego de un suspiro, dejó que su mirada se perdiera en el claro cielo. lo supo desde un principio: su albedrío no podía ser eterno. sabía que tarde o temprano sería amarrada como un pájaro el cuál tiene ambas patitas anudadas con listones color púrpura, obligado a volar al antojo del que, envidioso, sujeta con ambos pies sobre la tierra las cadenas privándola de su tan ansiada libertad. 

1 comentario:

  1. Relamente me encantó esto, que feo es cuando crees que podés llegar mas lejos pero algo no te lo permite, algo como esos listones púrpuras que amarran las patas del pájaro!

    ResponderBorrar