25 de agosto de 2010

le dénouement.

[...] Sin embargo, cada vez estaba más atorada, encadenada en un abandonado tronco, en medio del laberinto, sin salida alguna.
Las paredes no cesaron de crecer hasta que bloquearon el sol, me sumía en una imprecisa oscuridad, ya ni podía apreciar los muros que estaban consumiendome, creí que acabaría por volverme loca y de pronto, casi por accidente, la oscuridad fue aclarándose.
Pestañeé varias veces para comprobarlo ¿sería verdad? ¿o sería un espejismo creado por mi mente como refugio?
Pero no, ahí estaba: justo donde había comenzado, en el principio del laberinto.
Miré hacía atrás y el gran laberinto se sumía oscuro, tétrico y dañino; pero a pesar de eso, no me provocó nada, no sentí nada al mirarlo y —como muy pocas veces— miré hacia adelante. El pasto brillaba por el rocío, verde, más verde de lo que podía estar jamás y el sol relucía en su poniente, lejos, en el horizonte, y de pronto, me estremecí de placer. No lo pensé dos veces, y, antes de que me arrepintiese continué mi camino, y me dirigí al frente con la mirada puesta en el horizonte, siempre.

2 comentarios:

  1. (L me mori n.n me encanto, esta muy bien redactado :D me fasino
    jaja besos

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  2. Graaaaaaaaacias Agus :3
    Me encanta que te encante jaja, otro beso.

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